La pubertad coincide con la hiperseborrea, que suele provocar los brotes de acné tan típicos de la adolescencia.
Por ello, muchos adolescentes tienen que enfrentarse al problema de la piel grasa. Incluso cuando los granos han desaparecido y las cosas se han calmado a medida que las hormonas comienzan a estabilizarse, algunas personas siguen sufriendo de piel grasa en la edad adulta.
La piel grasa es algo que dificulta las relaciones sociales e influye mucho en la imagen que se tiene de uno mismo.
Con la edad, la producción de sebo empieza a disminuir: suavemente, en el caso de los hombres, al llegar a los cuarenta años, pero brutalmente en el de las mujeres al llegar a la menopausia. Es entonces cuando puede aparecer una piel mixta, con algunas zonas grasas y otras secas.