Piel dañada o irritada
Moratón, equimosis, hematoma, irritación, cicatrices, quemaduras, corte, herida o acto quirúrgico: la piel puede resultar dañada por múltiples razones y existe un riesgo de que quede una cicatriz.
El proceso de reparación de la piel dañada o irritada conlleva diferentes etapas que pueden optimizarse con ciertos tratamientos reparadores y cremas cicatrizantes para regenerar la piel y restaurar la barrera cutánea.