Pieles sensibles y sensibilizadas
Nuestra piel es nuestra interfaz con el mundo que nos rodea: proporciona información constante sobre la naturaleza del entorno, las agresiones potenciales... activando así la adaptación y protección adecuadas de nuestro organismo. Pero en el caso de las pieles sensibles vemos que la piel no es capaz de adaptarse al entorno y a los agentes externos, provocando un desequilibrio.
La sensibilidad cutánea puede darse por uno de estos dos orígenes: una sensibilidad natural debida a una disfunción biológica, o una sensibilidad inducida por factores ambientales y de estilo de vida.
En lugar de aislar la piel en “una burbuja” para protegerla del entorno, es necesario darle capacidad para defenderse adecuadamente.
BIODERMA considera la piel como un órgano inteligente y le da las claves para que aprenda a adaptarse y a defenderse para vivir con normalidad aunque su entorno sea agresivo.
Hemos desarrollado Sensibio Defensive que con su tecnología Defensive consigue una piel instantáneamente calmada, protegida y más resistente a las agresiones diarias. La sensibilidad poco a poco se reduce y la calidad de vida de las personas con piel sensible mejora notablemente.
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