Consejos diarios

Las consecuencias del acné para la autoestima.

El acné provoca un impacto psicológico, tanto para los adolescentes como para los adultos que lo padecen. ¿Cómo podemos lograr que dichas imperfecciones no afecten en nuestra vida social y sentimental? y más importante que eso; ¿Cómo podemos evitar que perjudiquen nuestra autoestima?

Tanto en la adolescencia como en la edad adulta, padecer acné puede afectar mucho a nuestro equilibrio emocional. En una sociedad donde se da mucho peso a nuestra imagen y a la percepción que tienen los demás de nosotros es normal que esto nos preocupe, pero las imperfecciones nos hacen humanos. La preocupación por cómo nos ve el resto nos puede perjudicar nuestra autoestima¹.

En la adolescencia, el acné suele llegar en un momento delicado, en este punto de nuestras vidas estamos buscando nuestro sitio y formando nuestra identidad. Tenemos la necesidad de encajar y los cambios que vivimos nos generan inseguridad. Sin embargo, en esa edad muchos de nuestros compañeros se encuentran en la misma situación que nosotros y también padecen acné, por lo que no nos sentimos tan solos.

Si el acné persiste hasta la edad adulta, se hace un poco más complicado. Convivir con el acné después de la adolescencia nos hace sentir incómodos con nosotros mismos y distintos al resto. Afrontar de una manera madura la situación no siempre es sencillo cuando nos encontramos con aquello que nos incomoda cada vez que nos vemos en el espejo. Al ser una afección que asociamos a la adolescencia, aún se hace más complicado sufrirla cuando somos adultos y creemos que deberíamos haberla dejado atrás.

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Cuando tenemos inseguridad por alguna parte de nuestro cuerpo, tendemos a creer que es lo primero que la gente ve en nosotros y que eso es lo que nos define ante el rest. Además,cuando es el acné lo que más nos acompleja este pensamiento en nosotros se agrava aún más.

Sin embargo, debemos saber que nuestros jueces más exigentes somos nosotros mismos. Aunque es cierto que la piel con tendencia acneica puede acarrearnos complejos, no debemos dejar que esto influya en nuestras relaciones sociales y afectivas. El acné no puede condicionarnos en nuestro día a día ya que no es lo que nos define, sólo una condición que padecemos durante un período de nuestras vidas. Aunque es algo muy molesto, debes proteger tu autoestima y no dejar que el acné ensombrezca la imagen que tienes de ti mismo.

Por suerte, este problema tan común empieza a visibilizarse cada vez más a través de redes sociales. Muchas celebrities y personas con influencia en estas plataformas están mostrándose sin filtros, lanzando un mensaje de aceptación y amor hacia nuestras “imperfecciones” uniéndose al movimiento “#bodypositive”. Una denuncia a la discriminación por razones físicas y contra las consecuencias que tiene en la salud mental de las personas. Ahora hay más personas que se sienten cómodas con su acné y muestran su día a día con esta afección sin complejos.

Si bien es cierto que hay que quererse, no hay que dejar de cuidarse, la piel es un órgano que hay que atender de forma adecuada y constante. Puedes pedir a tu dermatólogo o farmacéutico que te ayude a encontrar productos adaptados, tanto el limpiador como la crema, a tu problema específico.

Seguir los pasos para tratar tu acné, y mantenerla bajo control, te ayudará a reconciliarte con tu afección. Existen distintas maneras para mantener a raya nuestra piel, pero el objetivo principal es no dejar que tus imperfecciones te definan ni que tomen el control de tu vida.

Petar los granos para intentar hacerlos desaparecer es una reacción instintiva pero no es una solución. Con este tipo de acciones solo lograrás que el estado de tu piel empeore y te puedes causar cicatrices o marcas permanentes.
Probar remedios de todo tipo; naturales, químicos, caros, low cost. Evita también cambiar de rutina constantemente, ser constante con tu tratamiento conseguirá, a largo plazo, los resultados que buscas.
Tratar tu piel con jabones agresivos, los limpiadores que dañan la barrera natural de la piel y exfoliantes agresivos, únicamente debilitarán tu piel.

Establecer una rutina de limpieza adaptada a pieles grasas y mantente constante con ella incluso en los días que no te maquilles. Recuerda lavarte la cara 2 veces al día, es la clave para tener una piel sana.
Si te maquillas para ocultar tus imperfecciones, escoge siempre productos no comedogénicos y no oclusivos para que no obstruyan tus poros.
Consulta a un especialista en dermatología para recibir un tratamiento médico personalizado, independientemente del nivel de gravedad de tu caso. Este paso te ayudará también a tomar el control de los efectos negativos que tiene padecer acné sobre tu salud mental. Ten en cuenta que para curar esta condición, hace falta una estrategia a largo plazo ya que los resultados definitivos pueden no apreciarse hasta pasadas unas semanas, o incluso meses. Verás una mejora bastante rápida si sigues los consejos de tu médico, pero no abandones tu tratamiento antes de tiempo, la constancia será aquello que te dé los mejores resultados.