Soluciones y tratamientos
¿Cuál es el tratamiento más efectivo para combatir el acné?
Cualquiera que haya sufrido acné alguna vez ha soñado con deshacerse de sus imperfecciones y volver a disfrutar de una piel sana
Soluciones y tratamientos
Cualquiera que haya sufrido acné alguna vez ha soñado con deshacerse de sus imperfecciones y volver a disfrutar de una piel sana
Algunas personas tienen la sensación de haberlo intentado todo en vano, pero existen soluciones
A veces nos sentimos abrumados por la cantidad de información sobre tratamientos para la piel con tendencia acneica. Estos abarcan desde los remedios naturales o caseros hasta los tratamientos orales y tópicos. Es difícil encontrar el tratamiento adecuado, y cada tipo de piel tiene sus necesidades especiales
Todos los especialistas de la piel y el acné saben que no existe necesariamente una única solución milagrosa. El acné es multifactorial, y para optimizar las posibilidades de éxito hay que adoptar todo un conjunto de medidas complementarias de tratamiento y estilo de vida.
Según la gravedad de las lesiones acneicas y de su repercusión en la calidad de vida será necesario o no acudir a un experto. Aunque se trate de acné leve, cuando se tengan dudas sobre qué tipo de tratamiento utilizar, la mejor opción es acudir a un dermatólogo para que recomiende un tratamiento personalizado.
En mujeres embarazadas, adolescentes y adultas, será recomendable, también, acudir al ginecólogo para asegurarse de que no se esté padeciendo ningún desequilibrio hormonal. En muchos casos de acné en mujeres jóvenes, la elección de una píldora anticonceptiva adecuada puede ser decisiva para mejorar su piel.
Los distintos tipos de tratamientos contra el acné, ya sean de aplicación tópica (cremas, geles, etc.) o de uso oral (comprimidos, cápsulas, etc.) tienen objetivos específicos. En algunos casos, pueden combinarse varias moléculas para actuar sobre diversos componentes del acné
Los tratamientos orales para el acné sólo pueden ser prescritos por un médico que haya evaluado la gravedad del acné.
"Hay que tener en cuenta que la mayoría de los tratamientos son fotosensibilizantes, es decir, pueden provocar una reacción de la piel al sol".
Esto significa que es absolutamente necesario utilizar protección solar cuando se está expuesto a los rayos UV. Además, el uso de antibióticos para el tratamiento del acné debe limitarse a un periodo de tres meses.
En el mercado existen muchos tratamientos tópicos diferentes para tratar el acné. Algunos son de venta libre, mientras que otros requieren prescripción médica. A veces, se utilizan los mismos principios activos pero en diferentes concentraciones, y las fórmulas más concentradas sólo se dispensan con receta médica.
Los geles y cremas con acción queratolítica tienen como meta afinar la textura de la piel. Estimulan la renovación celular en la epidermis. Así, eliminan los comedones que hay debajo de la piel.
De todas formas, lo más importante es tener una buena rutina de limpieza facial e hidratación. Siempre procurando que sea una rutina no comedogénica para pieles con tendencia acneica y aclarado con agua tibia.
"Los tratamientos tópicos suelen tener uno o varios objetivos, en función de los tipos de lesiones observadas, y pueden combinar varios tipos de principios activos".
Sus efectos suelen ser visibles al cabo de cuatro a seis semanas de tratamiento.
Los efectos adversos de los tratamientos orales y tópicos varían significativamente en función de la dosis, la duración del tratamiento y el perfil personal del paciente. Pueden dividirse en tres tipos principales:
El objetivo de la mayoría de los tratamientos es reducir la secreción de sebo, por lo que es lógico que resequen la piel. Puede aparecer irritación con el tiempo y aumentar la sensibilidad.
Se trata de un fenómeno muy frecuente con los tratamientos orales que se debe contrarrestar mediante el uso de tratamientos tópicos hidratantes adaptados a las pieles con tendencia acneica. Deben ser no comedogénicos y aportar una cantidad de grasa suficiente para nutrir la piel sin provocar la aparición de nuevo acné.
Muchos tratamientos contra el acné, especialmente los tratamientos orales, pueden provocar un aumento de la sensibilidad al sol. Por ello, especialmente en verano, se debe utilizar una protección solar no comedogénica.
En general, todos los tratamientos contra el acné contribuyen al adelgazamiento de la capa córnea. La piel se vuelve más frágil y más susceptible a las quemaduras solares. Por ello, se recomienda aplicar siempre los tratamientos por la noche y de día utilizar una crema solar de alta protección.
“La tendencia actual es limitar el uso de antibióticos a no más de tres meses".
La tendencia actual es limitar el uso de antibióticos a no más de tres meses.
Cada persona responde de forma diferente, y la idoneidad del tipo de tratamiento elegido sólo puede evaluarse después de un periodo de tres meses en general. Generalmente, los primeros resultados se pueden empezar a apreciar al cabo de cuatro semanas.
Para maximizar las posibilidades de éxito, hay dos reglas a seguir: no exponerse al sol sin protección solar y, lo más importante, no tocarse la zona afectada. Tocar y apretar los granos de acné contribuye a su inflamación, ya que las manos son vectores de bacterias y la piel debilitada está muy expuesta a la cicatrización