Rascarse... ¡con seguridad!
Si el picor es excesivo, es posible rascarse con la palma de la mano (en ningún caso con las uñas) o con una piedra lisa o una rueda de madera. Además, el hielo también ayuda a aliviar las zonas irritadas y con picores.
Rascarse daña la piel y provoca un dolor suave que distrae momentáneamente al cerebro. Investigadores3 han demostrado que tras unos segundos de alivio, el rascado estimula una sensación de picor más intensa.
3Dr Zhou-Feng Chen, Center study of Itch & Sensory Disorders, Washington University in Saint-Louis